14 de julio de 2010

# Tal


Proclama a mi lado los días sin gloria, aquellos días alabados por ajenos, por ciegos, mudos y quizás mancos.

Ojos sujetos al cristal de la ventana. Saboreando el rastro de tu sudor sin alma.


Tu elección no fue mi vida, tu camino has de seguir sin un retorno. Yo, tan sólo miro ese cristal de la ventana, con cierta esperanza de tus pupilas.

Si retomas mi sendero, júrame, con una mano al viento... me verás con ese odio que tanto amé. Tocarás cada parte de mi con ese bello desprecio. Doblégame con es poder otorgado sobre tus manos -el de un amante-

Después de todo, vete.

Nunca vuelvas tus pupilas... Serían presas del cristal de mi ventana.


Esta vez, solo procrea los viejos días sin memoria.

1 comentario:

Unknown dijo...

"Esta vez, solo procrea los viejos días sin memoria."
me encantó esa parte, palabras muy breves pero que trascienden y se dan a entender y aun más allá.