Piedad, te imploro un toque de piedad. Te la ruego, ¿acaso no ves el terrible esfuerzo para no arrancarte la vestimenta?
En cambio, eso te encanta, amas envenenar cada poro de mis dedos sin siquiera rozar tu mejilla.
Cada agonizante instante de tu cercanía es un péndulo cual ocilación jamás toca ninguno de los costados de su reloj.
Un café, eso me encantaría... Una tacita, pequeñita, con abundante espuma, dulce sabor y aún ese encantador amargo. Se parece a tu sabor.
Presiento que el tinte de las palabras recrea cada alusinación en mi mente... o quizá sean sólo mis ojos.
¡Malditos sean los vicios! ¡Y bendita la adicción que tengo contigo!
♫ Bocas traviesas que se enrredan en la noche
y se derraman bajo la ropa ♫
Ciertas canciones me retroceden a unas cuantas horas.
Pierdo el tiempo... Y ¿a tu lado es perderlo o aprovecharlo, son tantas horas y tal vez ninguna?
Es verdad, pienso, y cada pensamiento me absorbe en un recuerdo, ¿sería mejor que tú pidas aquella piedad? Implorala.
3 comentarios:
No sé por qué pero estas palabras me parecieron llenas de ternura n_n
me gustaron.
Saludos.
Esa agonía, haaaa esa espera haaa
es agonizante definitivamente!!
Las palabras de Nany tienen vida!!
Y dedicatoria xD
Nana hermosa,
visitando y encontrando un sutil erotismo, cuidate me encanto mucho. :)
Os quiero
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